Casullas romanas

Las casullas romanas representan la elegancia de la tradición litúrgica occidental y son la evolución natural del ornamento sagrado. Su forma con laterales acortados, paneles frontales y traseros ricamente ornamentados es muy característica.

El corte romano de la casulla es amplio. A diferencia de otros estilos, la casulla romana fluye como una cascada de tela noble. Esta forma no es casual porque deriva de la paenula romana, es decir, la capa circular que usaban los ciudadanos del Imperio Romano para protegerse del frío y la lluvia. La Iglesia adoptó esta prenda civil, la transformó en vestimenta sagrada y le dio simbolismo cristiano.

El simbolismo de la casulla romana representa la caridad que debe envolver al sacerdote y el yugo suave de Cristo que abraza sin oprimir. También habla de la dignidad del ministerio que se viste de belleza para honrar al Altísimo.

Tejidos y colores de casullas romanas

En nuestras casullas romanas empleamos tejidos de primera calidad. Nuestros favoritos son el damasco, la seda y los brocados por su textura rica y efectos de luz. Estos materiales se adaptan al cuerpo del celebrante sin ceñirse y envejecen bien. Los sacerdotes llevan distintos colores de casullas en diferentes momentos del año litúrgico.

• Casullas romanas blancas están presentes durante el nacimiento de Cristo, en Pascua y el Corpus Christi.
• Casullas romanas rojas se llevan durante el Pentecostés, el Domingo de Ramos, el Viernes Santo y las fiestas de los mártires.
• Casullas romanas verdes protagonizan las 34 semanas del tiempo ordinario durante el año. Este es el color que más se ve en nuestras iglesias.
• Casullas romanas moradas marcan los tiempos de preparación: la Cuaresma y el Adviento.
• Casullas romanas de color rosa aparecen solo dos veces al año: el domingo Gaudete (tercero de Adviento) y el domingo Laetare (cuarto de Cuaresma).

¿Cómo cuidar las casullas romanas?

Una casulla bien cuidada sirve durante décadas. Los tejidos nobles mantienen su apariencia con el tiempo si están tratados bien, por eso incluimos instrucciones de conservación. Recomendamos guardar las vestimentas eclesiásticas de estilo romano en perchas que respeten su forma natural y en armarios que protejan del polvo y la luz directa. Los bordados requieren cuidados especiales: nunca doblarlos por las líneas bordadas ni exponerlos a químicos agresivos.

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